Artista contemporáneo nacido en Génova, Italia, en 1974, Alessandro Gallo vivió en Londres donde estudió y trabajó como pintor y decorador. Y fue mientras estudiaba que Gallo empezó a experimentar con la fotografía digital y a crear imágenes manipuladas digitalmente, donde situaba animales en entornos urbanos: osos polares en un andén del metro, morsas en Trafalgar Square o cabras en el sur de Londres. (¡Sí, así es!)
Sólo más tarde aparecerían las figuras por las que hoy es (re)conocido y premiado: personajes híbridos, tridimensionales, esculpidos en arcilla, con cabezas de animales sobre cuerpos humanos.
Impresionantes por su realismo (las esculturas), en estos “extraños encuentros” (una de sus exposiciones individuales se llama precisamente “Strange Encounters” ), Alessandro Gallo parece navegar por el “complejo conjunto de las emociones humanas”.
Animales mitad humanos, mitad humanoides, todos tienen algo en común: “buscan la unión que, hoy, es más esquiva que nunca”.
Y como una imagen vale más que mil palabras, a continuación se muestran fotografías de algunas de las esculturas de la finca de Gallo. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia… ¡o no!
